lunes, 29 de agosto de 2011

Mimundito.com




En este enlace podrán encontrar el diseño y la creatividad de Carolina Jaramillo,
ella ha desarrollado este sitio diferentes opciones de expresar lo que sentimos,
en algunos de sus diseños, encontrarán también algunos de mis poemas, creados especialmente
para sus postales virtuales...

http://www.mimundito.com/VerCategoria.aspx?id=27

Si tu me dejas...


Si tu me dejas, puedo hacer magia con el tiempo... esconderme de todo, jugar escondidas, dejar de llorar, para poder reírme de la vida, si tu me dejas, puedo enseñarte mil cosas, pero más me interesa conocerte y aunque pudimos reír por decir que eras un pozo de sabiduría, pues dije con el corazón, que quería sumergirme... Si tu me dejas, quiero hacer música para ti, con mi voz, con mis palabras, con la música que produce mi cuerpo cuando vibra por ti... ¿la oyes?... ¿la escuchas?... es muy nítida... si tu me dejas. A veces no me interesa si me dejas... porque yo puedo hacerlo sola... a veces no pienso si tu quieres, solo pienso que yo quiero, ¿cómo dejar de confiar en mis instintos?, ¿cómo predecir lo que puede llegar a pasar?... ninguna de las dos cosas puedo, sólo te preguntaré, una sola vez, si no me dejas soñar contigo, después, ¿qué será de mi? Mi ángel de la guarda sabrá contestar, si tu estarás al final, para guiarme... para darme tu mano, para descansar tranquila de lo que ya he olvidado... Si tu me dejas, si tu me dejas... 


Ref. Bogotá 2011

domingo, 28 de agosto de 2011

Ellos

Ellos iban delante de mi, en el anden caminaban como una pareja normal, sus manos unidas y caminando a la par. Sus pasos firmes, los de ella, hacían notar las horas que pasaba en el gimnasio, y los de el, seguros de llegar a su oficina.

Yo tras ellos, caminaba sin prisa, buscando un taxi que me llevara a mi casa, había tenido un almuerzo tranquilo y placentero, pero por un momento dejé de pensar en las conclusiones de lo hablado para concentrarme en aquella pareja tan particular, tan hermosa, tan seguros, tan capitalinos. Ella perfectamente vestida de arriba abajo, dejaba ver su alegría, el iba serio como recordando las palabras que tenía que decir de memoria, iba caminando y pensando, y hablando solo, no la miraba, pero se notaba su indiferencia. Los adelanté, porque aunque llevaba tacones, sus pasos se aminoraron, como denotando un paso peatonal en frente, estiré mi brazo para hacer la seña a un taxi cercano, venía por el otro carril de la carrera séptima, pero no quería perder detalle de la encantadora pareja, me tenía casi perpleja su encanto y particularidad, eran hermosos, seguro son la mejor pareja que he visto en mi vida, ambos de facciones perfectas, ambos hermosos, de ojos claros. Yo concentrada en el taxi, estaba justo en la parada por el semáforo en rojo, y seguía viéndolos, con esas sonrisas perfectas, estaban haciendo un gesto de despedida, y ahora si que no quería perderme ni un solo detalle. El, seguía tomándole la mano, y ella no quería irse, supuse que él iría a su oficina y ella a hacer alguna vuelta o al centro comercial, y el semáforo en rojo, seguía en cámara lenta sus acciones, un beso frío, un sol que no calienta, un abrazo que no se dieron y yo estupefacta pensando ¿Qué pasó? que fría despedida, que tímida lucidez y poco encanto. No puede ser, cuando el taxi pasó frente a ella que ya estaba en la otra acera, pude ver que iba llorando, en un amargo y doloroso llanto como si estuviera explotando por dentro, y caminando por el paso peatonal de la otra calle, me salí por la ventana y seguí viéndola, casi con compasión por lo que pasaba por su mente, me quedé pensando aquella situación tan triste, un final no esperado, un beso frío en la 72 y yo rumbo a mi casa por la séptima.


Ref. Bogotá 2010

miércoles, 24 de agosto de 2011

Semana 40


Con mi amigo Pacho Casas escribí una canción, se llama No te imaginas, 
un bambuco que ha resultado ser un gran regalo de la vida, por ahora no lo
puedo compartir por este medio, pero aquí pueden escuchar la canción 
Semana 40...


Luna azul


  • Poder reclamar eso que es mio, la luna que hoy se pone azul, el día que hoy estuvo feliz, me quedé escribiendo porque es la única posibilidad que existe en este instante, de convivir y congeniar. Ya se nubó dicen unos, pero otros sostienen que ya se nubló, en ambos casos un empate técnico, pues creo que al final significa que, en ninguno de los casos se puede ver la luna azul.   Ref. Poemas 2011

Book


Un final feliz

Hay aquí, ahora, la muerte ha sucumbido, ante el inclemente dolor de quien sufre, el que muere por su penar, el que se queda por su pesar, ambos descansan al final, los dos se encontrarán al final...

Ref. Taller de escritura de la pared

jueves, 11 de agosto de 2011

Así de Simple


Así empezó la historia

Me acordé ahora de cuando empecé a escribir, y estos recuerdos llegaron como un rayo de luz, iluminando lo que alguna vez sentí cuando en el coliseo del colegio donde estudie, Maris una de mis mejores amigas me mostró algo que había escrito. Un papel de cuaderno, desteñido y rayado, con lapicero rosado, su letra clara como siempre y yo pensando que podía escribir algo también, cuando volvimos a la clase, saqué uno de mis cuadernos y en la parte de atrás trate de escribir algunas palabras (el cuaderno todavía existe) pero eso no salió muy bien, frases cortas, no pude concretar nada, no salió nada. El tiempo pasó, seguramente olvidé volver a escribir. 



Lo que concretó la idea de escribir, fue la carta que un amigo escribió para su novia, tenía muchos errores: de estilo, ortográficos, una letra terrible; no tengo idea por qué me la mostró, pero yo le dije que seguro a su novia no le iba a gustar, que estaba muy bien la intención, estábamos en el primer descanso de clases y le dije que me la dejara, que yo intentaría mejorarla, así fue en mi clase dediqué todo el tiempo a reescribir la carta y dejarla en mejores condiciones, decoré la hoja de papel de cuaderno y le puse una esmerada letra que hacía las veces de hilo conductor con lo que yo creía, me acuerdo que era una declaración de amor, algo de adolescentes con mucha inocencia, y de los primeros pasos para iniciar una relación, encontré que había quedado muy bien y me sentí orgullosa de mi primera obra maestra. Al otro día, mi compañero de colegio me buscó por todos lados, para contarme que su novia había estado feliz leyendo la carta y me recomendó con otros compañeros que me animaron a que les escribiera las cartas a sus novias... 

Así empezó todo esto, hace quince años... en mis primeras quince primaveras de escribir quiero compartir la historia, compartir mis historias con mis lectores, los que me han animado a que lo siga haciendo.

Ref. Antes de Así de simple

martes, 9 de agosto de 2011

Un artículo de Pereirapedia



http://pereirapedia.com/dia-sin-carro-dia-del-silencio/

Andrea Cadavid-Señal Colombia


Entrevista 2010


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Así de simple

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ISBN

Este frío no es normal


Cuando íbamos las dos a la terraza a conversar, encontrábamos factible ver el atardecer juntas, después de haber hecho nuestras cosas cotidianas. Ir a la terraza era para las dos un encuentro infaltable, era nuestra cita para librarnos de todo lo que nos había pasado, para compartir lo bueno y lo malo, lo trágico, lo historico, recordar, o dar una palabra de ánimo. Podíamos pasar dos horas ahi, en el murito de la terraza, tan grande pero siempre nos hacíamos en un mismo sitio, en un mismo lugar, justo donde veiamos los carros de la circunvalar y donde podíamos conversar de forma amena, siempre que tengo frío me acuerdo de esas noches, siempre la recuerdo, siempre la extraño, extraño su risa loca, su forma de entretenerme, extraño su amistad continua, sin palabras me quedo y una que otra lagrima ha asomado alguna vez para recordarla, recordarnos, ¿será que alguna vez volvemos a la terraza? la ciudad se trasformaba en testigo de lo que sufríamos, lo que pasábamos, por eso quiero recordar lo que pasamos, y seguir pensando cuando tengo frío su frase célebre mas importante, "este frío no es normal"...


Ref. Relato corto 2010

Café


Por aquí anda la vida entre cafeto y cafeto,
anda cogiendo frutos rojos y estos harán que su esperanza aflore,
entre las ramas de un cafetal verdoso,
un café que luego se tomará,
con el mejor cuerpo, más perfecto que el de una dama
sin más pretexto que saborear su aroma,
aspirar y amar, mientras que con su mano sostiene un pocillo
y sigue pensando...




Ref. Libro Así de simple

"Ella"


Ella, llegó corriendo del estacionamiento, abrió la puerta sin pensar en nada, necesitaba estar sola, la respiración se cortaba, el corazón latiendo presuroso, tenía desespero y esperanza de encontrar ese lugar secreto e íntimo donde encontrarse consigo misma.

Mientras corría por el corredor, recordó que al final estaba el baño, un sitio ideal para estar en un momento así y poder pensar con claridad.

Abrió la puerta de un golpe cogiendo la manilla fuertemente, entró precipitadamente, con afán y se encontró de frente con el espejo, sus ojos denotaban cansancio, quizá veía en su rostro lo que su corazón le indicaba, el presagio de que algo ocurriría pronto, y que lo entendería cuando hiciera lo correcto por averiguarlo.

Mirando en el espejo, se acordó de su cartera, antes ni se había acordado de lo que podría significar no traerla con ella, impaciente puso un poco de agua en su cara, las manos temblorosas mojaron un poco su cabello, pero ella seguía con la mente revuelta, dando tumbos entre la razón y el espanto, estaba en ese sitio sola, sentía voces afuera y rogaba porque nadie entrara, quería sentirse segura, resguardada de la gente, no quería dar explicaciones a nadie, ni siquiera a ella misma.

Por fin tomo la decisión de abrir su cartera y sacar la cajita, se resbaló de sus manos mojadas y con la paciencia del caso, impuso su voluntad sobre sus nervios de punta, en sus manos estaba la respuesta, un susto enorme de enfrentar la realidad, de pronto, uso la respiración para calmarse un poco, uno, dos, tres y cuatro –inhalaba-, cinco, seis, siete y ocho, tres ocasiones fueron necesarias para bajar el ritmo cardiaco, tomar conciencia de la situación, el alborozo de su corazón reclamando justicia, queriendo saber la verdad.

Sintió de golpe un dolorcito en su estomago, mariposas en el estomago revoloteando y dando tumbos de placer, adrenalina pura, mira su reloj y se da cuenta que pronto empezará su clase, entonces toma la decisión de dejarlo todo, no hacer nada, pero su mirada impaciente y de decepción, su conciencia le habla, sabe que no es lo correcto, que es una cobarde; vuelve a guardar la cajita y luego saca la bolsa de los cosméticos, continua haciendo algo para que nadie note la exaltación que ha vivido, lo que lleva por dentro, pinta sus labios y guarda todo lo que ha usado de nuevo en la bolsita y luego en su cartera. Sale del lugar y alguna parte de ella se siente muy bien, pero el resto le dice que debe hacer algo para salir de la duda.

Ve a algunos de sus compañeros, habla un poco con ellos, esta a punto de entrar al salón de la clase y se detiene, se da cuenta que esta siendo cobarde, que no hay otra salida, y se devuelve al baño.

Ahora, un poco mas calmada y casi humana, da la vuelta al seguro de la puerta para que nadie entre, tener para ella todo ese lugar, vuelve a la cartera y saca la cajita, esta feliz y confiada. –Todo va a estar bien se anima. Ahora espera con la paciencia que no tiene, y con las ganas de saberlo ya, un minuto, dos minutos, tres minutos, se tapa los ojos, no quiere ver la realidad, solo esta parada de nuevo fuera del sanitario con el objeto blanco, mira de reojo, pero no ve nada… ahora vuelven a temblar las manos, la cara vuelve a estar pálida, seguro que se confirmarían sus sospechas.

Abre los ojos para estar segura, los abre bien, ilumina el objeto blanco, lo sabe todo, lo sabe antes que nadie, y esta feliz de saberlo ahora, en esos ojos oscuros se denota la brillantez de una lagrima, saca de su cartera el celular, hace una llamada, no deja que el interlocutor hable, solo se oye como cuando dice: Mi amor, estoy embarazada.  

Ref. Relato corto Uni. Jav. 2010

Sale...


Sola frente a tu mirada, frente a eso tuyo que ilumina mi vida,
¿puedes verme? ¿puedes adivinar que es lo que mis ojos quieren decirte cada vez que te veo?,
¿puedes presentir lo que estoy sintiendo?...
quiero gritarlo, déjame hacerlo, nunca he sido tan feliz como hoy,
después de verte caminar al lado mio, y consentir desde lejos eso que soy,
solo tu lo has visto, lo has notado, es un secreto de amor casi tan confuso como mi corazón mientras lo escribo...
estoy enamorada...
tengo que admitirlo, hoy todo se ha resuelto,
hoy ya no hay nada que lo impida, ni ellos, ni nadie.

Ref. FB Bogotá, 2010