sábado, 14 de abril de 2012

Un cuento corto de terror

No entendí por qué mi piel se erizó... Entonces comprendí lo que él intentaba decirme: "su contrato se acaba el sábado"
yo recordé que era miércoles y los ojos vidriosos se petrificaron de pánico, el cuerpo se congeló y la visión de ese futuo
lleno de desempleo se organizó en mi mente.

Antes del desmayo evidente vino a mi una frase, la última que dijo antes de colgar "te amo, no lo olvides" y ese fue mi sostén
y mi estandarte, lo que hizo que olvidara todo, y continuara trabajando.

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